Anna Cortina junto al artista Philipe Boonen ha pintado este modelo homenajeando al icono de Coco Chanel, la Camelia. Las camelias son originarias del este y sureste de Asia, y son muy veneradas en esa región. Entre otros motivos, por la perfecta simetría de la flor, relacionada con la belleza. Desde que Coco Chanel se dio cuenta de que su flor favorita se identificaba tan perfectamente con sus diseños, comenzó a utilizarla. Este momento marcó por completo la relación de la diseñadora con las camelias, como la propia flor recuerda.